Feeds:
Entradas
Comentarios

Archive for the ‘Política’ Category

Gracias a la detención y encarcelamiento de López de Uralde y de los otros activistas/directivos de Greenpeace en Copenhague, la gente ha descubierto dos o tres cosas: a) que las medidas policiales y judiciales son, habitualmente, desproporcionadas; b) que los muy civilizados países nórdicos son tan bárbaros en esa desproporción como cualquier otro; c) que el delito de terrorismo, aún sólo como amenaza, es un comodín que se puede usar contra cualquiera; d) que las cárceles no tienen, ni siquiera en Dinamarca, amplios ventanales con vistas.

Conste que estoy muy a favor de lo que hicieron López de Uralde y los otros, que me encantó el contenido de su pancarta y que aprecio un huevo la labor de Greenpeace en general. Conste que estoy muy en contra de su detención, de la forma en que los han tratado y de todo lo que hacen los Gobiernos que no hacen nada en general. Pero es que me tiene maravillado la reacción del personal. Ciudadanos de todo pelaje se han llevado las manos a la cabeza y la indignación a la boca por este atropello. Los medios de comunicación se han sumado a la indignación dedicando sus cotizadas páginas y minutos al asunto. Un poco porque el detenido era español y de Greenpeace y otro bastante porque su mujer conoce a la mitad de la profesión periodística, sobre todo a una mitad (motivo por el cual algunos medios han tardado más que otros en apoyar la causa, que las guerras mediáticas es lo que tienen). Por lo que haya sido, me parece de puta madre. Por fin la gente reacciona ante los abusos de poder y toma un postura fuerte y resistente en el tema de la ecología…

Y una leche. La misma gente y los mismos medios pasaron como si nada por las más de mil detenciones «preventivas» habidas en las calles de Copenhague. López de Uralde ha cometido un delito (bueno, más de uno) sabiendo que lo estaba cometiendo y el riesgo que corría por eso. Esas más de mil personas no hicieron nada más que sumarse a una manifestación autorizada, las metieron en el calabozo a traición y de forma casi orwelliana y allí, y aquí, paz y, después, gloria o lo que sea esta cosa en la que vivimos.

La misma gente y los mismos medios pasan diariamente por encima de los atropellos cometidos por gobiernos presuntamente civilizados a tipos tan activistas como López de Uralde. La misma gente y los mismos medios se callan ante los atropellos a todo tipo de libertades. Y, sobre todo, y aquí viene lo terrorífico y paradójico, la misma gente y los mismos medios miran para otro lado cuando se trata de defender la causa que está defendiendo López de Uralde.

Hoy mismo, en página enfrentada a la que contaba que en las cárceles danesas las ventanas son pequeñas, venía en El País otra página sobre la intención del gobierno canario de pasarse por el forro de sus cojones la ley humana y el orden natural. ¿Irán Melchor Miralles y los demás a presentar nosecuántas firmas a Las Palmas? ¿Escribirán, como han escrito hoy, una carta Juan Luis Arsuaga y los otros a los periódicos en defensa de los bichos y el entorno de las islas? ¿Lo comentará mi familia en la mesa de la comida?

Hoy han liberado a López de Uralde y me alegro por él y por todos sus compañeros pero aquí no se acaba la cosa. Como él mismo ha dicho nada más salir, «lo peor es que el clima sigue siendo destruido». Lo peor será también que la indignación que por unos días ha dado un poquito de dignidad a mucha gente y a todos los medios de comunicación se puede quedar en la puerta de esa cárcel de Copenhague. Lo peor es que vamos a seguir teniendo motivos para indignarnos todos los días y ni lo vamos a hacer ni van a salir esos motivos en los periódicos. Lo peor es que no estamos a lo que estamos. Estamos a ver si al de Greenpeace le dejan ver a su mujer en el talego cuando a lo que deberíamos estar es si a ver de una puta vez reaccionan los gobiernos, las empresas y reaccionamos nosotros mismos y hacemos todos todo lo posible por llevar una vida más decente.

Suena La justicia, de La Polla Records.

Read Full Post »

Sobre lo de los toros y el Parlament. Poco que añadir a lo expresado por Martín o Antonio Lorca. Si acaso, preguntarme por qué cuestiona la prensa sobre el tema a Cayetano o a Choperita, que ni se dicen aficionados ni son catalanes ni, que se sepa, se han declarado antitaurinos. También, señalar el renuncio en el que un lector avisado ha pillado a Gómez Pin. Aunque nadie se libra de la paradoja, que en todo esto hay contradicciones a cascoporro. Como ésa de querer prohibir las corridas de toros y no los correbous, como si la pupa a los animales la hiciesen las lenguas que definen las costumbres y no las propias costumbres.

Y recordar una comida que tuve el martes con un amigo y aficionado de los buenos. Luismi y yo sorbíamos una sopa castellana hablando de otra cosa quizás más importante cuando una noticia en una tele nos devolvió a nuestra condición de aficionados. Aficionados pero a qué. Vimos lo del Parlament y nos lo tomamos con indiferencia, sin sentirnos atacados y tratando de repescar las motivaciones que nos llevaban a la plaza. Pocas y relacionadas con la actitud, el recuerdo y la insistencia. Luismi y yo nos sentimos aficionados pero a otra cosa y coincidimos en el diagnóstico: la Fiesta tiene cáncer.

El cáncer es esa enfermedad que ocurre cuando un organismo produce células malignas cuya condición para ser tal cosa es ser absolutamente inútiles. Células vacías de contenido que se reproducen hasta acabar con las células que valen y terminar, poco a poco pero sin pausa, con el organismo que las ha creado. La Fiesta tiene cáncer pero ese cáncer no es provocado por los nacionalismos más o menos bien entendidos, los ecologismos despistados o la indiferencia general. El cáncer de los toros está provocado por células que no aportan nada como Cayetano y Choperita. La cosa está como está por culpa de toreros que no tienen nada que ofrecer y, si lo tienen, no quieren ofrecerlo. Por culpa de ganaderos que insisten en que la genética les ayude a definir su significado de casta. Por culpa de empresarios convencidos de que sopor y aburrimiento son las figuras que les van a dar de comer. Y, también, por culpa de públicos que se lo tragan todo sin decir nada. Lo del Parlament es sólo un síntoma de una enfermedad cuyas causas son internas y necesitan de quimioterapia urgente.

El diagnóstico, ya sé, no es nuevo. Pero voy a acabar con una cita, a ver si así me las doy de intelectual y me invitan a alguna tertulia radiofónica: entre todos la mataron y ella sola se murió.

Suena Ain’t It Fun, de los Dead Boys.

La foto es de Juan Pelegrín. Claro.

Read Full Post »

Todos ésos que están ocupando sus Facebooks, sus Twitters, sus blogs o sus comentarios cibernáuticos sugiriendo, primero, que Tertsch venía de un antro gay; luego mofándose de lo que se echa al coleto; y, en cualquier caso, alegrándose un poquito bastante de la patada dada y recibida por otro, ¿cómo se pondrían si la costilla rota fuese de un Gabilondo o una Torres? ¿Cuántos de ellos habrán defendido alguna vez la libertad de expresión en sus Facebooks, sus Twitters, sus blogs o sus comentarios? ¿Cuántos, por cierto, han dado o recibido una patada o un puñetazo en su vida? ¿Cómo podríamos calificarlos: progres de manual, tiranos con piel de cordero, valientes 2.0?

Suenan MC5 y su Kick Out The Jams… motherfuckers.

La foto está sacada de aquí.

Read Full Post »

387px-crash_zeppelin_lz18_lii

James Hansen es un científico a sueldo de la NASA, investigador en climatología y activista sobre el asunto cambiocmiático desde hace más de 20 años. Hoy lo entrevista The Guardian y lo presenta como «el ciéntifico que convenció al mundo del inminente peligro del calentamiento global». Bien, pues este hombre dice en dicha entrevista una serie de cosas la mar de interesantes. Digamos que da un punto de vista de la Cumbre de Copenague bastante alejado de talantes, diálogos y consensos y tendente hacia el golpe en la mesa. A saber:

· «Preferiría que no hubiera un acuerdo porque eso significaría que la gente lo aceptaría como el buen camino cuando es el camino del desastre». Hansen dice que es mejor que la Cumbre fracase para que se puedan tomar medidas realmente eficaces y urgentes. «La aproximación al tema es tan errónea que es mejor parar y replantear la situación. Si la cosa va a ser como Kioto, nos vamos a tirar años tratando de averiguar qué ha significado».

· «Esto se parece al asunto de la esclavitud al que se enfrentó Abraham Lincoln o el del nazismo al que se enfrentó Winston Churchill. Es el típico asunto que no se soluciona adquiriendo compromisos. No puedes decir ‘vamos a reducir la esclavitud, vamos a buscar un compromiso y reducirla un 40%’. No tenemos un líder capaz de agarrar el asunto por los cuernos y decir lo que es necesario decir y, así, seguimos como si nada».

· Sobre el mercado de CO2, la compra-venta de emisiones y tal, Hansen dice que «es como la venta de indulgencias de la Iglesia Católica en la Edad Media. Los obispos ingresaban dinero y los pecadores obtenían el perdón, todo el mundo quedadba contento a pesar de lo absurdo del acuerdo. Lo mismo pasa ahora. Tenemos los países desarrollados que quieren seguir más o menos como están y tenemos los países en vías de desarrollo, que quieren dinero y lo consiguen mediante las compensaciones».

· Dicho todo esto, Hansen no se declara pesimismta: «Puede que hayamos conseguido un aumento del nivel del mar de un metro pero eso no significa que haya que rendirse. Porque si nos rendimos el aumento puede ser de dos metros. Por eso no me gusta cuando la gente habla de que es demasiado tarde. En ese caso, ¿qué hacemos, abandonamos el planeta? Hay que minimizar el daño».

Suena Stop, de Jane’s Addiction.

La imagen es de la Wikimedia y entradas como ésta se encuentran por el miso precio en ¿Y por qué no…?

Read Full Post »

Tiene su chiste ver a los cantantes y cantantas manifestarse a la puerta de un ministerio exigiendo dignidad y derechos. Tiene su chiste, digo, no porque yo considere que no merecen esa dignidad y esos derechos sino porque creo que se están manifestando en el lugar incorrecto y en el momento inapropiado. No me voy a poner a analizar en profundidad el asunto porque el ordenador se está quedando sin batería y no me apetece enchufarlo. Sólo diré que es el modelo de distribución ha cambiado y que no estaría mal que todos tratásemos de adaptarnos a ello de forma moderadamente beneficiosa para todos y lo menos perjudicial para nadie: autores, músicos, sellos, editoriales, consumidores…

El caso es que los músicos han elegido un momento muy poco oportuno para dar la cara. Con el globo sonda de la ley de economía sostenible recién hinchado y el previsible anuncio de la futura persecución a las descargas, los ánimos internáuticos están calentitos, muy calentitos, y lo de dar la cara se puede convertir en ponerla. Porque, y aquí voy a lo del lugar, por supuesto que los músicos tienen que tener derechos y dignidad pero igual no deberían ir a un ministerio a buscarlos sino a las empresas con las que han firmado sus contratos. Vale, no todas las discográficas son malas, ya lo sé. Pero tampoco son los consumidores los que han estado sisando sistemáticamente royalties a los creadores. Ni los que lo siguen haciendo. Y es que, albricias, las cuatro grandes discográficas se están modernizando y ya se han metido en el accionariado de Spotify. Se llevan un 18% de un pastel que de momento no es rentable pero que promete y los artistas se quedan lo de siempre: las migajas. Hay una noticia reciente que decía que Lady Gaga había cobrado sólo 112 euros por 1 millón de escuchas de una de sus canciones. Uno puede creérselo o no. Pero hay literatura suficiente sobre el asunto como para pensar que si las grandes disqueras consiguen adaptarse al cambio de modelo no van a cambiar su costumbre de dejar muy poquito para ésos que les aportan la materia prima.

Así que cuando ayer se manifestaban Rosario, Chenoa, Aute, Loquillo, el de Mago de Oz y otros, no estaban más que trabajando para las empresas para las que trabajan habitualmente. O, para que lo entiendan más fácilmente, la canción protesta que estuvieron cantando estaba compuesta por EMI, Sony, Warner y Universal. Aunque ellos la interpretasen con mucho sentimiento, que para eso son unos pedazo de artistas.

En fin, no sé por qué todo esto me recuerda al nombre de una marca que primero estuvo relacionada con la producción discográfica, luego con la venta y que hace poco se metió a los directos.

Suena Master Of Puppets pero en versión de Apocalyptica, no vaya ser que Lars me mande a sus abogados.

* La imagen que ilustra todo esto lo ilustra del todo. Me explico. Francis Barraud pintó a su fallecido perro Nipper recordando lo flipado que se quedaba el can con el sonido del fonógrafo. El cuadro gustó al dueño de la Gramophone Company, que le pidió que pintara gramófono en vez de un fonógrafo. Lo hizo y le vendió el cuadro por 100 libras. Derechos de autor incluidos. O sea, que ha sido imagen y nombre de esa poderosísima marca durante más de un siglo por ese precio. Derechos, dignidad…

Read Full Post »

Según cuenta el reportaje publicado por El País Semanal, el Reino de Bután es el octavo país más feliz de 178 estudiados en el Mapamundi de la Felicidad, sólo un 3% de los butaneneses (que no de los butaneros) dice no sentirse feliz y la Felicidad Interior Bruta (FIB) es la guía de la política local. Y eso a pesar de que los butanenses están obligados a vestir el traje tradicional por ley en según qué sitios. Curiosamente, esos mismos felices habitantes de Bután estaban, dice el reportaje, fuertemente en contra de ser gobernados por una sistema democrático, con su constitución y tal. ¿Será porque, como también apunta el texto, la marihuana «crece libre en las cunetas» o será más bien que los butanenses han visto lo que hay por el mundo y han decidido que para qué?

Suenan, directamente llegadas del Brill Building, The Shangri-Las y Leader Of The Pack. Más que suficiente excusa para una cosa así.

Read Full Post »

Soy joven, rico y culto; y soy infeliz, neurótico y estoy solo. Provengo de una de las mejores familias de la orilla derecha del lago de Zurich, también llamada la Costa Dorada. He tenido una educación burguesa y me he portado bien toda mi vida. Mi familia es bastante degenerada y probablemente también yo arrastre una notable tara genética y además esté dañado por mi entorno. Por supuesto, también tengo cáncer, cosa que se deduce automáticamente de lo que acabo de decir. Pero con el cáncer existe una doble relación: por una parte es una enfermedad corporal, de la cual probablemente muera en un futuro no muy lejano, pero que quizá pueda llegar a superar y a sobrevivir; por la otra, el cáncer es una enfermedad del alma de la que sólo puedo decir: es una suerte que finalmente haya hecho eclosión. Quiero decir con ello que de todo lo que he recibido de mi familia en el transcurso de mi existencia poco grata, lo más inteligente que hice jamás fue enfermar de cáncer».

A lo largo de las 300 páginas siguientes de Bajo el signo de Marte, Fritz Zorn sigue revolcándose en reflexiones sobre su miserable existencia malgastada dentro de los estrechos márgenes marcados por su familia y la «sociedad burguesa»; una vida sin amor, sin risa, sin sufrimiento visible, sin ningún estímulo. Una vida real, puesto que este tío vivió (o algo parecido) 32 años, hasta poco antes de publicar, en 1976. El libro es un poco repetitivo pero sospecho que todos seríamos un poco repetitivos sufriendo esa neurosis, recordando una vida desperdiciada y muriéndonos de cáncer por todo ello. En cualquier caso, esto no pretende ser una crítica literaria sino subrayar la necesidad de testimonios así. A veces uno tiene la sensación de que vivimos anestesiados, pensando que sólo lo «bonito» es lo real y contemplando todo lo «feo» como un espectáculo que nunca nos salpicará a nosotros. Como diría el pobre Fritz, huimos de lo «complicado», buscamos la «tranquilidad» y, así, dejamos la vida pasar sin siquiera vivirla. Y eso nos pasa (o les pasa, espero) a muchos como individuos pero nos pasa también a todos como colectivo. Y así estamos, dejando que crezca nuestro cáncer.

Si me callo, evito sufrimientos a los que prefieren vivir en un mundo que sea el mejor de los mundos posibles, a todos los que no quieren hablar de las cosas desagradables y que sólo desean reconocer lo que es agradable, a todos aquéllos que rechazan y niegan los problemas de nuestro tiempo en lugar de afrontarlos, a todos los que condenan a la gente que condena lo que existe, aun a la más íntegra, y la tachan de malvada, porque ellos prefieren vivir en una pocilga no criticada antes que en una pocilga donde alguien ose pronunciar la palabra ‘puerco’. Pues es justamente a ésos a los que yo no quiero evitar sufrimientos ni prestarles mi apoyo y con los cuales no quiero declararme solidario, puesto que son ellos los que han hecho de mí lo que soy en este momento».

Gracias, José Manuel.

Suena Vic Chesnutt, Coward.

Read Full Post »

El valor al soldado se le supone y a un gobierno, se le espera. En épocas de crisis, más. El de Zapatero empezó valiente, sacando tropas, aprobando matrimonios homosexuales y con alguna otra cosa que ahora no recuerdo. Aún hoy, el Gobierno de España sigue tomando alguna decisión que demuestra cierto arrojo, como la ampliación de la ley del aborto. Paso de entrar a valorar lo acertado o no de esas medidas pero sí a medir el valor de sus enemigos. La Iglesia católica y la población conservadora, sobre todo, y un gobierno gringo en caída libre. No está mal pero tampoco es una osadía.

Ahora nos toca hablar de la dichosa Ley de Economía Sostenible. Por fin resopla, tras casi un año de vender la burra, y, por lo visto, es tan valiente como decir por lo bajini un «te vas a enterar» a un portero de discoteca mientras te vas a tu casa. Hay algún punto (las juntas de accionistas decidiendo los sueldos de sus directivos), adaptaciones tardías a la realidad (la equiparación del alquiler con la compra de viviendas), incongruencias (deducciones por innovación que no se corresponden con los recortes recientes), cierto ordenamiento posiblemente imposible (obligación a las administraciones a pagar a 60 días), detalles anecdóticos pero necesarios (eso de regular la temperatura de los locales públicos) y alguna cosilla más.

Como diría un buen amigo que además fue un buen jefe, todo muy overpromising. Y lo del asunto medioambiental, peor que eso. Zapatero y compañía han anunciado la cosa como «un proyecto de país para el año 2020» pero uno no ven muchas diferencias entre el proyecto en cuestión y la realidad cuestionada. La Ley no se enfrenta con coraje ni audacia a los poderosos enemigos a los que, digo yo, pretendía vencer: los errores del pasado, la costumbre, el miedo al cambio, la amenaza climática, la dependencia energética, la crisis sistémica, la monetarización de la vida, la economía financiera alejándose de la economía real, las trabas al emprendedor… La realidad.

Y es una pena pero estamos empezando a acostumbrarnos. Tampoco lo de los presupuestos fue una sorpresa ni una muestra de arrojo. Está claro, pues, que el valor no es una característica de este Gobierno. Y, como tampoco tiene pinta de que la alternativa vaya a ser más valiente, igual es que tenemos que olvidarnos de la segunda parte de la primera frase de este texto si queremos que las cosas cambien. Así, ¿por qué no dejar de esperar el valor del Gobierno y empezar a demostrar el valor de los ciudadanos?

Aquí el proyecto de ley, aquí unos amigos.

Suena Radio Futura, Escuela de calor.

También en ¿Y por qué no…? La foto salta de aquí.

Read Full Post »

¿Qué tienen en común Steve Jobs, el capo de Apple, y Jesús Gómez, portavoz del PP en Leganés? Mucho. Más de lo que ellos mismos creen. ¿Que no? Hoy nos asaltan dos noticias que unen a ambos personajes. A saber: las tiendas de Apple en Estados Unidos se niegan a reparar los aparatos de fumadores, incluso en garantía, no vaya a ser que sus empleados se contaminen. Por otra parte, en una galaxia muy muy lejana llamada Leganés, el tío ése del PP ha dicho que le parece muy mal que su ciudad se hermane con la localidad marroquí de Targhist, ya que es famosa por el cultivo de cannabis y la producción de hachís. Ambas noticias podrían parecer parte de la delirante trama de alguna película de Cheech y Chong. Pero no. Son dos pruebas de que las empresas y los políticos están muy centrados en lo suyo.

Suena el Smoke On The Water de rigor pero en versión de Señor Coconut, que uno es muy guay.

Read Full Post »

Venía esta mañana en un taxi odiando al taxista que anoche me birló el móvil y escuchando con mucho interés a Francino, que estaba murmurando una oda radiofónica a los atuneros. Así, en general. Entrevistando a dos o tres muchachos que iban a partir a «la mar», hablando con el cocinero de uno de los barcos y pidiéndole la receta del marmitako, lamentándose de que estén bajando las capturas. Ay que ver qué mal lo están pasando nuestros pescadores, si es que esta crisis llega hasta el océano.

Claro, con lo que nos ha costado la liberación y toda la chapa que hemos dado en los medios, lo menos es hacer del pesquero un héroe. Pero el caso es que la actualidad es muy caprichosa y ha querido que un par de días antes de esta exaltación de la amistad pescanova pudiésemos leer que se van a recortar las capturas de atún rojo hasta el 40%. Y que eso es poco, que habría que prohibir su pesca si pretendemos que la especie sobreviva. Lo mismo con muchas otras, del tiburón al rape pasando por el langostino. Que barcos como el Alakrana de las narices se lo están llevando todo por delante.

Por supuesto, Francino no ha incluido el detalle en su almibarado ejercicio periodístico pero será porque no ha tenido tiempo de leer los periódicos mientras se escuchaba a sí mismo. De hecho, los mismos y escasos medios de comunicación que dieron la noticia del recorte necesario pero insuficiente de capturas no la han relacionado con todo esto de los atuneros armados hasta los piños, la piratería recíproca, Somalia y tal. Perdón, ¿he escrito medios de comunicación? Quería decir merluzos de comunicación.

Suena Fisherman Song en Barrio Sésamo.

La imagen es de El Roto, uno que sí relaciona, en El País de hoy.

Read Full Post »

« Newer Posts - Older Posts »