Antes me invitaban a inauguraciones de restaurantes, bares, discotecas… Ayer fui a la inauguración de una guardería. Me emborraché, como siempre.
Suena Homeless, de Old Skull.
Posted in Amigos, Citas, Libros, Medios, Periodismo, tagged Eddy Current Supression Ring, International Herald Tribune, La Razón, Los imperfeccionistas, miserias, periódico, Periodismo, redacción, Tom Rachman on 23 septiembre, 2010| 3 Comments »
La despedirán. Imagínate todo lo que podrá hacer una vez liberada del periódico. Aunque ella es incapaz de imaginar nada: ha odiado el trabajo durante años y, sin embargo, se queda en blanco cada vez que piensa en su futuro fuera de la redacción».
Para abarcar mejor una de las mejores novelas que se han podido -bueno, que yo he podido- leer últimamente es conveniente haber trabajado al menos unos meses en la redacción de un periódico. A ver, basta con saber leer para disfrutar de Los imperfeccionistas, de Tom Rachman, pero lo suyo es conocer el percal para compartirlo con el escritor. Rachman pasó un tiempo en París currando para el International Herald Tribune, suficiente como para empaparse de ese periodismo en peligro de extinción, de sobra para hacer un libro muy fácil de leer pero muy difícil de escribir. Porque ningún retrato realista sobre el periodismo diario puede ser muy dulce pero casi todos podrían ser demasiado agrios. Y Rachman sabe contenerse sin dejar de transmitir una sensación que un servidor sintió después de casi un año de servir en una redacción de aquéllas: que la vida del periodista de periódico tiene muchas papeletas para terminar por ser una vida miserable. Aunque puede que adictiva.
Se pregunta cuándo puede encontrar tiempo la gente para reflexionar. Pero ella no lo tiene ni para contestar su propia pregunta».
Cada día de un currito de periódico es un sprint. Por eso lo de diarios. Su trabajo se plantea a eso de las once de la mañana y debe estar terminado alrededor de las nueve o doce de la noche, según la edición. Como dice Rachman, no hay tiempo para reflexionar como tampoco lo hay para ir al dentista o acudir a un funeral. Sí hay tiempo para comerse marrones de todos los colores, oxímoron mediante; para pelear, aún sin querer pero siempre con bando asignado, en alguna de las luchas tribales que se dan en toda redacción; para contemplar la decadencia de una profesión que quizá sólo fue ideal en el recuerdo; para hacerlo mal, regular y a veces hasta bien; para admirar cada día el milagro de que todo llegue otra vez listo para el cierre; para hacer los mejores amigos y enemigos; para aprender un huevo de la profesión y otro de la condición humana. Hay tiempo para todo eso y, por eso, no queda tiempo para escapar. Ni para pensar en ello.
Quizás haya acabado como relaciones públicas porque eso es lo que es: carne de relaciones públicas. Una persona afectuosa pero no excepcional. Tal vez haya encontrado el nivel que le corresponde».
Es posible que de ahí venga esa soberbia que ducha cada mañana a muchos de los que cruzan la puerta de una redacción. Cierto es que el periodismo de periódico es el más puro de los periodismos (con permisito de las agencias, que a mí siempre me parecieron otra cosa profesional) pero tampoco es para llevarnos el pedestal a las ruedas de prensa. Pedestal que se eleva según sea la tirada e influencia del medio, llegando a dar vértigo mirar o siquiera llamar a según qué plumillas de según qué diarios. Pero que este periodismo sea sin cortar no debería dar licencia para nada. También la infantería es la forma más pura de hacer la guerra pero supongo que uno tiene que acabar un poco agotado de ser carne de cañón.
Sin embargo, esa combinación de televisión, música y helado es lo mejor que conoce».
He aquí la cuestión. O una de ellas. Las jornadas de más de diez horas, las semanas de diez días de curro, los horarios a contrapelo, las comidas de máquina, esa tensión que da sed de cogorza y demás daños colaterales de la profesión no ayudan a mantener una vida social ni personal de teleserie de las de antes. Así no hay forma cuidar una familia en condiciones. Ni un perro. La soledad del corredor de fondo. Una leche. La soledad del redactor de sucesos. O economía. O espectáculos.
Internet es a las noticias -decía- lo que las bocinas de los coches a la música».
Y luego está la visión del mundo tan fenomenal que se tiene. Se supone que el periodismo es una atalaya desde la que otear y contar todo lo que pasa por ahí debajo, un lugar privilegiado para comprender y digerir los hechos relevantes, un… carajo. Por todo lo anterior y por muchas cosas más que ahora ya no me apetece explicar, en un periódico se está demasiado ocupado para entender otra cosa que no sea el Quark (el programa de maquetación, de física no hablamos) ni para contemplar más que el momento de librar. Los periodistas de periódico ven el mundo pasar a toda hostia delante de sus teletipos y bastante hacen con coger al vuelo unas cuantas noticias para meterlas en la primera edición. Tan ocupados están que no han tenido tiempo, sobre todo los jefes, de preocuparse por lo que se les ha venido encima. Y por eso estos tiempos de rabieta.
Los periodistas eran tan susceptibles como los artistas de cabaret y tan tozudos como los maquinistas de una fábrica».
Y, sin embargo, estoy orgulloso de ser uno de ellos. O de haberlo sido. He tenido un montón de trabajos cojonudos por diversos motivos, he vivido unas pocas redacciones mágicas en prensa y televisión y he participado en la creación de proyectos muy chulos. Pero el tatuaje del periódico no se borra. Tom Rachman ha hecho una novela de diez que retrata algunas virtudes y muchas miseria de la profesión periodística. A mí me ha hecho feliz leerla, entre otras cosas, por recordar la redacción de La Razón, que es la mili que hice yo (como colaborador he pasado por casi todos pero eso es otra cosa). Lo que aprendí sobre el oficio, bueno y malo, pero mucho más. Los maratones de curro mano a mano con Pedro cuando sólo hacíamos números cero. Laura. El buen rollo con maquetación y cierre y las ganas de hacer cosas distintas. Los primeros textos de unas buenas amigas y excelentes periodistas, Itzíar, Raquel y Susana. La bofetada que recibí en la cara y en la redacción cortesía de una rubia. Las bofetadas que dimos, en la cara y en la calle, a un lector moreno de Burke. David. Alguna muerte que me pilló de reenganche y que casi me mata, tipo Kubrick. Las mentiras de algunos. El trabajo en equipo. Las cenas en VIP’s. La borracheras en todas partes. Las resacas de los colaboradores que dolían como propias. La cara que pusieron los jefes cuando dimití. Un montón de gente que ahora no voy a citar porque esto no es la entrega de los Goya… En fin, que Tom Rachman ha escrito el libro que había que escribir sobre todo esto. Yo me voy a tomar algo.
Suena, porque estoy pillado, Eddy Current Supression Ring, Which Way To Go?
La imagen es de aquí.Posted in Amigos, Cambio, Citas, Libros, tagged Amor en Venecia muerte en Benarés, Bad Brains, Cocaína, conocimiento, Drogas, ego, estorbo, Geoff Dyer, plenitud, Renuncia, yo on 20 septiembre, 2010| Leave a Comment »
Uno de los efectos secundarios agradables de tomar drogas es que una vez que las has tomado accedes, como por arte de magia, al mundo de las drogas. Sales a buscar setas mágicas, te pasas una hora en el campo, comes las pocas que encuentras y de repente, como es natural, están por todas partes suplicándote que las cojas».
De Amor en Venecia, muerte en Benarés, de Geoff Dyer. El hombre trata de retratar esa cosa que pasa cuando uno se decide a darse a las drogas una noche y, como por arte de magia, las drogas deciden darse a uno. Puede que no quede muy claro, puede que por la traducción, pero luego lo explica. El protagonista y la moza que se ha ligado en la Bienal de Venecia han pillado un gramo, están en una fiesta en un barco y resulta que todo quisque les invita a líneas discontinuas. Pues eso. Que las drogas llaman a las drogas… ¿O acaso es una metáfora de algo más profundo?
Creemos que la renuncia se produce con mucha ceremonia, de forma definitiva, posiblemente como resultado del desencanto, la ira o la decepción, pero puede producirse gradualmente, tan gradualmente que no parezca una renuncia. El motivo de que no parezca una renuncia es que no lo es. Yo no renuncié al mundo; sólo perdí interés poco a poco por ciertos aspectos de él, me desentendí de él… y esa disminución de interés se vio lentamente correspondida. Así es como funciona. El mundo deja de elegirte; dejas de sentirte elegido por el mundo.
(…)
Pero siempre había algo. Ahora me daba cuenta de que esa cosa era yo mismo. Yo me estorbaba. Estaba delante de mí en la cola. Me hacía esperar a mí mismo. Todo era una suerte de espera. Cuando bebía cerveza estaba esperando a que el vaso estuviera vacío y me lo llenaran y empezara a beber de nuevo. En lugar del subidón de la cocaína, también lo controlaba para ver si el efecto se pasaba, para poder prepararme otra raya, tomar más, empezar a controlar otra vez…».
Del mismo libro que, como su título sugiere, en realidad son dos. O puede que no tanto. Quizás para vivir esa renuncia haya que haber disfrutado la plenitud, esa imagen deformada que pensamos que es la plenitud. Quizás para poder entender la espera y el estorbo desde fuera del yo haya que haber abusado del ego y haber tenido sobredosis de yo. No sé. Quizás porque no puedo. Al protagonista de esta novela se le desvanece el yo en un viaje extendido a Benarés y yo no he pasado por allí. Yo aún no estoy en ese punto, todavía estoy cerca de la postura de mi amigo Javi, que el otro día me decía en una entrevista -porque yo entrevisto a mis amigos- «me fui de viaje a la India, cinco meses, pero no para encontrarme a mí mismo; prefiero tenerme lejos». Aunque, ahora que lo pienso, ¿no consiste en eso?
Suena I Against I, de Bad Brains.
Posted in Amigos, Cine, tagged 4 McNifikos, ABC, break dance, Cine, Cortos, FIBABC, Pedro Touceda on 9 septiembre, 2010| Leave a Comment »
Vuelve el FIBABC, el Festival Iberoamericano de Cortos de ABC. Vuelve el cortoactivista Pedro Touceda, director, creador, motor y gasolina del festival. El corto que se ve en pequeño aquí arriba se llama Los 4 McNifikos y es de los preferidos, de momento, del público. Normal. Hay muchos más cortos esperando a ser votados. Una elección mucho más divertida y útil que las primarias del PSOE. Dónde va a parar.
Posted in Amigos, Disidencia, Libros, tagged editorial, Foo Fighters, La opción b, negocio, Novela, ponedor, tirada on 26 julio, 2010| 9 Comments »
Me cuenta una amiga que tiene un amigo con una editorial que si quiero publicar con él mi novela tengo que pagar la tirada, que «ellos ahora no publican gratis», que «hasta tienen lista de tarifas». La verdad es que no me he informado más del asunto por aquello de no morirme de la risa y no sé si, además de pagar la edición, se queda con el 90% de los ingresos, si he de pagar un adelanto o alguna letra pequeña más. Pero, en cualquier caso, la cosa es tope graciosa. O sea, que los que escriben son como los que torean, que tienen que poner para salir al ruedo.
Vamos a ver, amigo de mi amiga, ¿no te das cuenta de que la parte menos fácil de publicar un libro es escribirlo y que lo que haces tú es un tema de gestión? Darse de alta como autónomo o como SL o como sea menester, sacar el ISBN, hablar con una imprenta, pactar con una distribuidora, hacer promoción… Qué arte.
Suena The Pretender, Foo Fighters.
La foto la he encontrado aquí.Posted in Amigos, Deporte, Familia, Fútbol, tagged Alegría, Campeones, España, estrella, Holanda, Iniesta, Lolololololololololololololó, Mundial, Sudáfrica, The XX on 12 julio, 2010| 3 Comments »
¿Te imaginas que ganas mil millones a la lotería? Nunca he sido capaz de hacerlo, como que esa cifra me pilla lejos. ¿Te imaginas que España gana un Mundial? Pues tampoco, nunca lo he podido visualizar. De Argentina 78 tengo un recuerdo casi fugaz pero en el 82 ya estuve allí, en el campo, incluso. Desde entonces, han pasado todos los mundiales como todos los gordos de la lotería, tocándoles a otros y alejando cada vez más la copa de mi imaginación. Pues ya no. Ya no me lo tengo que imaginar, ahora tengo que hacer el esfuerzo de asumir que es verdad. Que ha ocurrido.
Creo que después de este Mundial, de cómo se ha vivido, no debe hacer falta explicar qué coño es esto. Pero, por si acaso, allá voy con mi versión. Es algo así como lo que le explicaba un curtido Delta Force a un pipiolo ranger en aquélla de Ridley Scott, Black Hawk Down, volviendo a la base tras haber salvado el culo de una ensalada de tiros. «Esto no lo hacemos por la patria ni por la bandera, lo hacemos por el que tenemos al lado». Sin ánimo de comparar el Campeonato del Mundo de Sudáfrica con una invasión de paz en Somalia, el sentimiento es el mismo. El planeta entero se para durante un mes para ver qué pasa finalmente con el balón y lo que ha pasado es que un tal Iniesta lo ha metido en la portería holandesa y, por eso, un país entero está compartiendo una felicidad sana y sincera. De eso se trata. De compartir la alegría.
Hace cuatro años, decidí que mi casa sería sede oficiosa de la FIFA y convoqué a los amigos a ver el Mundial. Caímos, como siempre hasta hace poco, pero insití en la Eurocopa. Y ganamos. Y hemos vuelto a ganar. Han ganado Iniesta, Xavi, Villa, Casillas, Llorente, Javi Martínez (dos del Athletic campeones del Mundo, qué grande)… Hemos ganado Nacho, Magdalena y Lorenzo, Mark, Cristina, Matías y Patu, Berni, Ali, Naiara y Uri, Marga, Joaquín, Javi, Guille, Fredy, Ángel, Juan, Esteban, Carlota y todos los que han pasado por la sede este Mundial. Hemos ganado todos los chalados que luego nos echamos a la calle.
Hace dos años me agarré una cogorza de campeonato (de Europa) y, con una resaca comparable, deseé lo mismo para hoy. Se cumplió. Ahora tenemos una estrella en la camiseta y, modestia aparte, nos queda de puta madre.
Suena The XX, Stars. La canción no es la alegría de la huerta. Yo sí.
Posted in Amigos, Chistes, Conciertos, Disidencia, Música, tagged Boredoms, Gruta 77, manga, ninja, Peelander Z, power ragngers, Punk, risas on 21 junio, 2010| Leave a Comment »
Algún día, cuando mis nietos pertenezcan a un grupo de ninjas vestidos de colores para salvar el mundo de un ataque de gominolas sin azúcar, yo les podré contar por qué. Porque yo estuve allí. En el concierto de Peelander Z, un trío de japoneses que no es de Japón sino de alguna ciudad que se parece mucho a Nueva York. Fue hace semana y pico en el Gruta 77 pero yo aún tengo los ojos como escarpias y, como se ve en la foto, los pelos como platos. Aquí van unos vídeos del mejor grupo del universo (paralelo) desde que los Boredoms se pusieron serios.
Mad Tiger.
So Many Mike.
El despiporre (uno de tantos).
La conga.
S.T.E.A.K.
Hubo de todo más: un limbo comunal, un al pasar la barca me dijo el barquero, los del grupo jugando a los bolos (a ser bolos) mientras el público tocaba sus instrumentos y así. Pero que lo cuente Fernando, que también estuvo allí.
Posted in Amigos, Conciertos, Evolución, Música, tagged Black Math Horseman, Built To Spill, Codeine Velvet Club, Pavement, Primavera Sound, Refused, Spoon, Stone Roses, Sunny Day Real State, The Bloody Beetroots Death Crew 77, The New Pornographers, The XX on 31 mayo, 2010| Leave a Comment »
Antes, siempre que iba a un festival acababa cerrando todos los escenarios y largándome el último. Ahora, también.
Suenan cosas que fui capaz de ver y oír en el Primavera Sound, el festival que mejor sabe capturar la forma de consumo musical del presente y convertirla en una oferta cojonuda para todos los gustos, aunque con menos rarezas que descubrir en esta ocasión. Además, este año no se les ha acabado la cerveza, y mira que bebimos. Me perdí muchas más y habrá otras de las que no me acuerdo o prefiero no acordarme (como los Pixies Shop Boys).
The XX, Crystalised.
Pavement, Shady Lane.
The New Pornographers, My Slow Descent.
Spoon, The Underdog.
Black Math Horseman, Deerslayer.
Built To Spill, I Would Hurt A Fly.
Sunny Day Real State, Seven.
The Bloody Beetroots Death Crew 77, New Noise (esa remezcla del New Noise de Refused y ese directo enmascarado).
Codeine Velvet Club, I Am The Resurrection (sí, la de Stone Roses que pinchó, si no me cuelo, Coco en la sesión de despedida).
A la salud de Daniela, Cristobal, Nano, Willy, Iñaki, Jose, Eduardo, Alicia, Freya, Juan, Javi, Juan, Sam, Mónica, Sonia, Coco, Silvia, Gamboa, Susana, Gonzalo y todos los demás. Y a Tania, claro, por hospedarme en silencio. La imagen es de Chus Sánchez, sacada de la web del festival.Posted in Amigos, Disidencia, Evolución, tagged armas, ¿Y por qué no...?, control, Drogas, Eskorbuto, Planeta Madrid, Policía, Seguridad, tabaco, Terrorismo on 18 mayo, 2010| 2 Comments »
Antes, cuando veía un coche de policía rondando, me temblaban las canillas. El viernes, cuando dos nacionales vinieron rascándose las narices a molestarnos a Nacho y a mí mientras charlábamos en la puerta de mi casa después de currar en Planeta Madrid, pasé un rato bastante entretenido viendo cómo uno de ellos se arrastraba por el suelo buscando en el coche de Nacho no sé si drogas, revistas porno o armas de destrucción masiva. Nosotros, señor juez, sólo teníamos tabaco. De liar.
Suena Eskorbuto, ¡Oh no! (policía en acción).
Posted in Amigos, Deporte, Familia, Fútbol, tagged amigos, Atlético de Madrid, Atleti, Campeones, Europa League, Glutamato Ye-Yé, UEFA on 12 mayo, 2010| 6 Comments »
Por Iñaki, por Ainhoa, por Leire, por Carlos, por Paloma, por Guille, por Mario, por Juan el Oaxaqueño, por Chon, por César el Colemenero, por Javi… Por José Eulogio Gárate, del que vestí su camiseta de microbio. Por Pereira, con el que tengo una foto en el Calderón… Por Marga, que lo ha sufrido a mi vera. Por Diego, que es mi ahijado y que estaba en Hamburgo con su padre… Por mí, que soy del Athletic pero muy del Atleti. Y por todos mis compañeros de los que me habré olvidado por culpa de la Mahou. ¡Aúpa Atleti!
Suena Glutamato Ye Yé, Soy un socio del Atleti.