Lo singular del caso es que se le ha dado la llave de la caja a la principal directiva de este sector que lleva más de 20 años intentando crear industria con un incondicional apoyo institucional, sin ningún éxito, y que el año pasado percibió más por subvenciones que por taquilla. Tal cual si al gestor de una de las constructoras quebradas se le nombrara ministro de Fomento, o al ex presidente de Caja Castilla-La Mancha se le hiciera ministro de Economía. Pocoyó, la verdad, ha hecho bastantes más méritos que González-Sinde, pero lamentablemente el presidente Zapatero aún no ha establecido una cuota para ministros de dibujos animados: quizá sería bueno que hicieran un lobby, visto el éxito obtenido por el que forma el cine».
No lo digo yo, ojo. Lo dice Julián Díez en La Nueva Cultura, su blog para Cinco Días. Un éxito: tres entradas y ya circula por la Red como la buena yerba en octubre. Yo lo he encontrado vía el Twitter de Mario Tascón. El tío hace un análisis a veces certero y a veces exagerado de lo que le pasa al cine (español) con Internet que merece la pena ser leído (pinchando aquí, por ejemplo). También lo mezcla con la música… Por cierto, ayer lunes, la columna de Diego Manrique hablaba del eclipse musical en los medios españoles. La cosa no es de ahora, lleva décadas así, pero comparaba con el cine y:
Ahora intentemos un ejercicio mental. Imaginemos qué ocurriría si el cine se quedara sin acceso a las pantallas, si sólo se cubriera en los medios a los tres o cuatro directores estelares. Sólo saldrían adelante producciones de pequeño presupuesto, condenadas a la oscuridad por la ausencia de canales (es decir, películas para La Dos y similares). La irrelevancia industrial acabaría con el cine español, convertido en ocurrencia guerrillera.
No teman: antes de llegar a esa situación, la tropa del cine tomaría las calles y haría temblar los despachos gubernamentales. Se arbitraría una solución, con cuotas y ayudas. Cierto que el hecho cinematográfico no se corresponde al musical, que puede respirar en el directo. Pero me asombra que hayamos llegado a esta situación: la historia de la era Zapatero estará ilustrada musicalmente por… ¿Papito?
Pues eso, que Pocoyó for President.
Y ahora van unos minutos musicales a cargo de DJ Elli dedicados a mi sobrina Sol que no me estará leyendo porque no sabe pero que se partirá de risa con los bailoteos de Pato y Pocoyó.
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