Ayer asistí a un acto social que fue todo un retrato de los tiempos que corren. Una marca de ginebra de origen canadiense se presentaba en la ciudad e invitaba a la prensa a una fiestuqui inspirada en los años 50, con gin tonics a tutiplén y mesas de juego: black jack, ruleta y póquer. La gracia del asunto estaba en que los periodistas jugaban al Texas con dólares de mentirijillas pero con un gran premio para el ganador: una página de publicidad para su revista. Muy jevi. Yo llegué allí de rebote y sin saber de qué iba la cosa pero, después de dejarme a cuadros, me contaron algunos compinches que los departamentos comerciales habían obligado a los plumillas a asistir a la cosa y a pelearse a naipe descubierto. Y que, incluso, había quien había contratado los servicios de un tahúr profesional para asegurarse el tesoro. Y aquí es donde me acuerdo, por ejemplo, de esa frase de la jefa de Reporteros Sin Fronteras ya mencionada aquí: «Dejar que la prensa se hunda o se prostituya es permitir que la sociedad pierda un medio esencial para su debida cohesión». También me acuerdo de las empresas periodísticas pidendo ayuda al Gobierno. Y de la APM luchando por mi derecho a un descuento en productos jamoneros. Pero, sobre todo, me acuerdo de esta bonita canción:
Eres una puta, Ilegales.
La imagen es un cuadro de George de la Tour llamado ‘El tahúr con el as’.
Muy jevi
Es tan genial la historia que me cuesta creerla… Ahora bien, éste es uno de los motivos del fracaso del cine español: la realidad española supera la ficción…
En fin…