Jóvenes antisistema, perroflaútas, marginales… como se ve en la foto, eso éramos los miles de indeseables que estábamos ayer en Sol. Punto y aclaro: de la frase anterior, el único calificativo válido es el de indeseables. Como se está comprobando, ningún partido deseaba esto. Ni PP ni PSOE, ni siquiera ilustres perdedores como IU. Qué putada. Ellos celebrando su fiesta de su democracia y viene toda esta gente a hacer ruido. También se está viendo que los medios de comunicación convencionales no deseaban tal cosa. Han tardado en comunicar el asunto y lo han hecho mal y cada uno según su visión del mundo, muy objetivo todo. Los sindicatos tampoco parecen contentos. Ni, obvio, la patronal, la banca y todos aquellos poderes amantes de lo estático. También hay mucho ciudadano que ha expresado su disidencia: que si los cambios se hacen en las urnas, que si los que allí estábamos trabajábamos en empresas con intereses económicos contra los que protestábamos, que si no hay un mensaje claro…
Pues no. Los cambios, históricamente, se provocan en la calle y luego, a veces, suceden en las urnas. Los intereses económicos también pueden cambiar. Y deben, Para hacerse más justos, más responsables, más éticos. Y el mensaje es claro. El cabreo es el mensaje. Todos llevamos años quejándonos. Nos quejamos en el bar, nos quejamos en el curro, nos quejamos en bodas, bautizos y funerales. Nos quejamos con razón pero hasta ahora nos faltaba la oportunidad de pasar a la suiguiente pantalla. De la queja a la protesta. Aquí está esa oportunidad. Ir a Sol o cualquiera de las decenas de acampadas que se están organizando por toda España no es más que manifestar públicamente y en grupo un sentimiento común. No nos gusta el camino que han elegido para llevar la sociedad, no queremos ir por ahí, queremos algo mejor y queremos intervenir para que así sea. Corrupción, recortes sociales, beneficios astronómicos para empresas que despiden a miles, autismo de la clase política, ausencia de una política que fomente de verdad el emprendimiento, salarios miserables, ludopatía de los mercados… ¿Cuántas veces he hablado de todo eso con gente que no es ni marginal, ni perroflaúta, ni necesariamente joven ni presuntamente antisistema? Pues eso. En Sol, como en cualquiera de las acampadas, está el lugar para manifestarse contra todo ello. De eso se trata. Nada más. Nada menos.
Aclaración final: realmente, el caballero de la foto sí es un joven antisistema. Antisistema porque se manifiesta contra un sistema que no considera justo y que no considera suyo, sino cada vez más impuesto. Y joven porque tiene el espíritu de un chaval, paseando por la Puerta del Sol, cantando, gritando y protestando.
Suena My Generation, The Who.
Así se habla!!
pues sí, yostuve allí el 15 y con sentimientos contradictorios: a ratos sentía un «yes, we can» y a veces un «walking on the moon».
Había bastante gente, más de lo que esperaba, y me gusta que crezcaaaaaa
Soy una mujer de 38 años, madre de 3 hijos, arquitecta, emprendedora (como nos encanta denominarnos), llevo tacones, viajo con maleta en vez de con mochila, y además, en AVE siempre que puedo.
Vamos, no cumplo el «perfil»de joven antisistema, y por eso, precisamente por eso, ayer estuve en Sol, para diversificar la imagen que se quiere asociar a esto, para que no sea demasiado fácil colgar etiquetas simplonas a esta reacción, a esta energía que se ha desatado en forma de grito gutural,
porque el cansancio es ya hastío, y el hastío ha dado paso a la acción: !por fin!
Creo que la sociedad no está preparada para aceptar que lo que ha pasado es un movimiento espontáneo, nacido de la gente corriente, por eso necesita clasificar, desprestigiar, buscar una mano oculta detrás, porque no puede ser que seamos tan… ¿valientes?
Las cosas se tranquilizarán después del domingo, pero ya se ha empezado algo, da lo mismo si el lunes no quedan carpas en Sol, hemos empezado a despertar, a permitirnos decir más allá de la sobremesa, que hay que hacer algo: pensemos, entre todos, pensemos.
Gracias, Pedro, por pensar.
Gracias a ti, MPc, y a María a Carlos. Gracias a todos los que creen que se puede cambiar