Se está liando en Tenerife. La cosa se llama LuchaLibro y se explica como el «primer campeonato de improvisación literaria». Para participar, hay que enviar un relato a luchalibrotenerife@hotmail.com. Los 16 seleccionados se partirán la madre a letrazos en el Café Atlántico de Santa Cruz de Tenerife. Las peleas, improvisadas, van con máscara y todo y prometen ser cosa fina. En juego está la publicación de un libro. Yo no tengo nada que ver con el asunto. Bueno, ahora sí, lo apoyo a saco. Me contactaron para contármelo y me pareció bien chulo. Me puse en sus manos y, a través de Facebook, me propusieron un reto, construir un relato con tres palabras que me proponían: pastilla, armónica y centro comercial. Como soy un tío obediente, sobre todo si las cosas me las piden gente enmascarada, me puse a ello. Lo que pasa es que lo hice en un día nublado y la cosa salió así:
Suena. Un blues que trota sobre el cuatro por cuatro recordándonos que antes también fuimos esclavos. Sabe. Que el asco no lo quitan ni los antidepresivos ni las pastillas con las que engañan los chavales a la realidad durante el fin de semana. Siente. Pero no hace caso y piensa que todo está mal aunque ella está segura de que jamás fue tan feliz. Sueña. Con un mundo en que el ser humano fuera consciente de que pasar el rato en un centro comercial no es ser humano. Soy. El protagonista de un lamento de Lightin Hopkins y el culpable de todo. Sólo. Tengo aire para respirar una vez más y lo voy a gastar soplando un sol en la armónica para que ella se entere de que hay luz al final del túnel. Sí. Hoy tocaba una canción triste pero mañana será otro día aunque yo me lo vaya a perder. Suerte. La vais a necesitar.
Lo dicho, si alguien está leyendo, vive en Canarias y es de escribir y deivertirse, se puede informar en su Facebook y en su web.
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