– Entonces, lo que me estás diciendo es que una de estas dos monedas acierta y la otra es embustera. A pesar de que sabemos que la respuesta está en el futuro. ¿Cómo es que es así? Porque el futuro ya ha sucedido.
– Eso no es verdad.
– Las monedas te contradicen.
(…)
– Si lo pienas bien, lo que me has dicho es como no decir nada.
– Si todos los acontecimientos desde el comienzo hasta el final del mundo estuvieran ya establecidos de antemano, yo no me atrevería a decir que eso no es nada. Lo que hacemos nosotros es viajar a través de esos hechos. Piénsalo.
– Estoy pensando.
– Puede que el futuro sea un lugar donde nunca has estado, como Sidney, Australia. ¿Has estado allí?
– No.
– Exacto -dijo Pierre-. Yo tampoco. Pero no decidimos que no exista sólo porque no hayamos estado nunca. No decimos que sea una gran ciudad o un poblacho a orillas de una carretera y, hasta que no vayamos allí, no será ni una cosa ni la otra.
Es un cacho de La región inmóvil, de Tom Drury (451). El libro es muy bueno. O no. No sé, que hoy no estoy como para presumir de sapiencia. Lo que si sé es que a mí me ha gustado. Bastante. Como siempre, gracias Paloma por la cesión.
Suena That’ll Be The Day, de Buddy Holly.
La imagen es de aquí mismo.
Vaya con el dialoguito. Me ha recordado a Beckett, vete a saber por qué.