Lo fuerte no es que hayamos convertido las cosas que se dicen en redes sociales en noticia. Lo flipante no es que 140 caracteres provoquen dimisiones, despidos y reportajes de teles y periódicos. Lo heavy no es que los medios sociales sean como un bar lleno de opinadores en el que uno mete la pata desde Almería y el resto se escandaliza desde cualquier parte del mundo. Lo fuerte no es que se haya convertido la cosa en una especie de tribunal de porteros de lo socialmente correcto en el que si se responde malamente a un chiste de bilbaíno se le tira el personal a la yugular. Lo bizarro no es que Twitter se parezca a un gran hermano (el programa) global en el que los habitantes de la cosa piensan que son más estupendos que los de la casa porque protestaron por el cierre de CNN+. Lo extraño no es que gente que ni se ve ni se conoce se de los buenos días. Lo absurdo no es lo que es capaz de hacer alguno por un par de seguiodres más. Lo triste no es que lo que unos intentan usar para informarse, informar o cambiar las cosas otros lo usen para lo de siempre. No. Lo verdaderamente acojonante es que haya toda esa gente con todo ese tiempo para poder hacer todo esto. No ya por el trabajo y la productividad perdidos, que hay mucho parado y mucha gente capaz de hacer varias cosas a la vez, pero, ¿no ponen nada más interesante en la tele?
Suena Colour Television, de Eddy Current Supression Ring.