He estado algunos días fuera y creo que me he perdido algunas cosas. A ver. Creo que se ha celebrado el día del orgullo tomasista y que han sacado en carroza al torero, con Sabina, Dragó, Vicente Amigo y demás orgullosos bailando a pecho descubierto ante el clamor de la afición. Me parece que he oído algo también sobre la presentación de Michael Jackson como nuevo jugador del Real Madrid, ante 75.000 fans enfervorizados y con la presencia de Florentino Pérez, Stevie Wonder y otras estrellas del soul. Pero creo que ha habido otro acto masivo pero luctuoso y es que parece que se ha celebrado el funeral de Cristiano Ronaldo en Los Ángeles, con palabras de dolor por parte de Paris Hilton y David Beckham.
Claro que es posible que no haya sido así. Puede que se haya celebrado el día del orgullo Cristiano y que todo el Bernabéu se haya depilado las cejas y el pechito y haya gozado de música house en shorts para celebrar tal cosa. Y que, como me apunta Juan por otro lado, Michael Jackson se haya encerrado con seis toros en Barcelona, toreando a base de moonwalkinas y volviendo loco a la concurrencia, que ha pedido las orejas agitando el típico guante blanco. Lamentablemente, en esta versión de los hechos, me he enterado del funeral por la defunción del tomasismo, muerto por sobredosis de olés, conocido anestésico para aficionados.
Claro que es posible que nada sea lo que me parece a mí. Que hayan ido 75.000 humanos al Bernabéu para ver a Cristiano Ronaldo, José Tomás se haya llevado cinco orejas de esa exaltación de la amistad barcelonesa y que Madrid se haya convertido, como cada año, en un San Fermín gay por eso del orgullo de tal. Cualquiera sabe, yo no.
Suena Eskizofrenia, de Eskorbuto.