Está claro: Zapatero ha anunciado su plan de ajuste en el momento justo para que no se hable como se merece de la victoria del Atleti en la UEFA que, a su vez, ha ganado algo en Europa después de 50 años precisamente el día después de la muerte del gran Antonio Ozores, que en paz descanse y que era el principal candidato a protagonizar el biopic sobre la vida de Florentino Pérez. Muy sospechoso todo.
Ahora resulta que fue Dios, y no Cajamadrid, quien «colocó el dinero en manos del Madrid para fichar a Kaká». Como todo el mundo sabe, porque lo dijo el Buitre (¿el espíritu santo?) hace años, ese equipo está presidido por un ser superior recientemente resucitado (o reelegido, que para el caso). Y, esto es un hecho, Ronaldo es Cristiano. Por todo esto y por todo lo demás, yo voy a seguir siendo ateo. Y del Athletic de Bilbao.
No tengo ni idea de lo que pasa realmente en Irán. No me fío un pelo de la imagen que se ofrece de ese país por parte de los medios de comunicación del lado del mundo sin turbante, éste. Me pasa lo mismo con Venezuela, donde sí he estado y sé que lo que pasa no es lo mismo que lo que nos dicen que pasa. Volviendo a Persia, hoy he leído un parde cosas que enfocan algo mejor, pero, ya digo, sigo sin enterarme del todo. Lo que sí veo clarinete es la actitud con la que observamos aquello desde nuestro sofá occidental. Orgullosos de estar en un grado evolutivo superior, con la condescendencia del que piensa «venga, muchachos, un par de manifestaciones más y llegaréis a tener nuestra preciosa libertad y nuestro bonito comportamiento democrático».
Y aquí es donde flipo en colorines. Yo vivía en Miami cuando Bush hijo ganó de forma bastante chunga las elecciones a Al Gore y no recuerdo manifestaciones multitudinarias para protestar por semejante tongo. También vivía en Madrid cuando Tamayo y Sáez se escondieron nosecuántos días en un picadero para robar unas elecciones que, al repetirse, pusieron a Esperanza Aguirre en la poltrona en la que sigue plantando su ilustre culo. Tampoco recuerdo manifestaciones masivas en aquéllos tiempos no tan lejanos.
Ojalá se arregle lo de Irán. Ojalá salgan de la cárcel los disidentes, dejen de disparar los basiyís y se repitan las elecciones si es que se tienen que repetir. Pero ojalá, también, nosotros aprendamos de ellos a salir a la calle para protestar por todas las tropelías que se cometen (nos cometen) al ámparo de la presunta democracia. Joder, que los de la cinta y las pulseras verdes se están enfrentando a una autoridad divina y por aquí el único ser superior que se ha visto últimamente es Florentino Pérez.
Puede que todas estas letras no fueran más que una excusa para poner la banda sonora de estos días, así que suena otra vez Siniestro Total y su Ayatolah (más una entrevista risible).
Ayer fue investido Florentino Pérez faraón del Madrí. No es que importe ni medio carajo lo que suceda en semejante organización pero sí me preocupa bastante la actitud de los medios hacia el personaje, su vuelta, su proyecto, su trayectoria anterior. Ya, todos sabemos cómo se las gasta la prensa deportiva, su (ausencia absoluta de) credibilidad y todas sus carencias. Pero es que resulta que la prensa deportiva es propiedad de empresas periodísticas que cuentan con medios presuntamente serios y que presumen de credibilidad e independencia y que, además, esos otros medios «serios» también han usado azúcar y jabón para elaborar la información florentiniana.
La cosa ha sido un asco. Desde las informaciones filtradas por el ratoncito Pérez para derrocar al desastroso Calderón hasta los ataques furibundos a las risibles candidaturas contrarias pasando por lo peor, el alzheimer interesado. La ciencia debería estudiar esta modalidad de desmemoria que afecta a los periodistas deportivos y a sus jefes. A pesar de todo lo que bebo y fumo y de lo poco que duermo, incluso a pesar que no me importa ni un carajo lo que suceda en el Madrí (no sé si esto lo he dicho ya, es que tengo mala memoria), me acuerdo de que Florentino Pérez es el tío que echó a Del Bosque después de ganar nosecuántos titulacos, que contrató a ilustres del banquillo como Queiroz, que dio los mandos del futbolín a los jugadores y no al entrenador de turno, que por eso forzó la dimisión de Camacho, que él mismo, un ser superior, dimitió a mitad de temporada… Vamos, que es el causante de lo que pasa ahora en el equipo de sus amores. Y todo eso lo leí yo en los medios que hoy se han olvidado de ello. Ahora podría hablar de lo que no leí. De las cosas que se saben pero no se publican, de los chanchullos de la ciudad deportiva, de los que se benefició ACS durante su anterior reinado o de que, hablando de reyes, qué coño hacia Juan Carlos en el palco del Bernabéu en esos cuartos de Champions… Pero mejor me callo que viene el inspector.
Ha habido muy pocas, poquísimas voces disidentes. El que más ha dado la cara ha sido un buen amigo: David Gistau. David ha dicho y ha escrito lo que algunos pensamos al respecto y lo que todos los demás deberían pararse a pensar. Puede parecer una tontería, un asunto menor. No lo es. Decir las verdades del nuevo barquero blanco le puede costar a uno el puesto. Escribir lo que Florentino no quiere leer puede ser más peligroso que cuestionar a la propia empresa. No es coña. Y sí es para echarse a temblar. Sigo usando mi marchita memoria y recuerdo que este tío es capo de una empresa a la que también los medios deberían juzgar como se merece y no como le apetece a él, que es ya presidente de un club deportivo que no es de su propiedad ni de sus medios chupópteros sino de sus socios, incluso recuerdo que hace años estuvo en un proyecto político y pienso en lo que pasaría si se metiera otra vez en algo así. Y, repito, me pongo a temblar.
Por suerte, el tal Florentino es el nuevo presidente de un equipo que me la refanfinfla (¿no lo había escrito, verdad?). Por desgracia, la prensa que le baila el agua está últimamente preocupada por su preocupante situación, exigiendo nosequé priviliegios porque se dice garante de la libertad y la independencia y jurando que es imposible la información veraz con otro modelo que no sea el existente. Ya. Pues convendría que predicasen con el ejemplo, que demostrasen el movimiento andando. Vamos, digo yo… Compañeros.
Como el calor del verano acaba condensando el vapor de agua y dando lugar a tormentas, esto de la crisis está produciendo un fenómeno curioso según el cual las teorías conspiranoicas están ascendiendo por doquier para bajar en forma de chaparrones. Zeitgeist, Amero, 11-S, Chemtrails, Club Bilderberg, Illuminati y un montón más salpican cada día las meninges de la gente más o menos crítica y resulta que algunos acaban mojados. Bueno, cada uno es muy libre de hacer con sus creencias lo que le de la gana. Los hay que creen en un dios cristiano, otros prefieren creer en Alá, en Buda o en todo un panteón de dioses hindúes, los hay que tienen fe en la reencarnación y otros que apuestan por el ratoncito Pérez (y hasta por Florentino). Pero todo ello es irracional e indemostrable, asunto del departamento religioso de cada uno. Creencia y no ciencia.
Nada bueno, en cualquier caso, para cambiar las cosas. Si uno insiste en creer que hay poderes ocultos detrás de cada hecho que sucede en el mundo, poca fe le va a quedar para su propia capacidad de intervención, por pequeña que pueda ser. O sea, que pensando que todo responde a un poder superior y oculta, uno acaba sin mojarse. Si todo este follón económico es porque nos van a poner una moneda única mundial como primer paso para un Gran Hermano global, qué coño pintamos esforzándonos en gritar las cagadas del capitalismo y sus abanderados. Si, hagas lo que hagas, todo va a suceder porque hace la torta de años dijeron los mayas que sucedería en 2012, para qué coño vas a hacer nada. Bueno, sí. Puedes montar una web, un blog o ponere a escribir libros sobre cualquiera de las teorías o sobre todas a la vez. O editar un periódico.
Hace unas semanas llegó a mis manos El Jaque Mate, un periódico (¿?) maquetado tal que El País de antaño, fechado en el «año cero después de la censura» y subtitulado «informaciones para materializar un mundo nuevo». La cosa es como una especie de readers digest de teorías conspiranóicas pero escrito por una sola persona, Rafael Palacios. La cosa es algo así como de qué se trata que me pongo conspiranoico. La cosa es descacharrante. Del 11-s al fraude del sistema monetario pasando por la teoría de la evolución (esto ha sido un hallazgo: Darwin era de la conpsiración) y pasándose seis pueblos al entrar en terrenos negacionistas y dudar de lo de los seis millones de judíos. Pasen y lean: El Jaque Mate. O vean los minutos publicitarios (a ver si lo pilla Yoko y lanza a sus abogados):
El caso es que ahora yo iba a concluir con la típica homilía contra la superchería y a favor de la acción, pero como estoy resacoso y no tengo ganas de dar la chapa a nadie, propongo una encuesta.