La frase del título es una de las que forman Comida de pájaros, segundo libro de Curro Rubira. La frase va acompañada de una ilustración, como se ve en la doble página de arriba, y de muchas otras frases y muchas otras ilustraciones en una obra que, dice Curro, se inspira en Hansel y Gretel. No he visto mucho rastro de ellos pero quizás es que no estaba mirando al suelo, entretenido por los dibujos y textos, por esta especie de evolución ilustrada de los micropoemas de Ajo que es Comida de pájaros.
Puede que un servidor eche de menos un hilo narrativo en todo el asunto (aunque sea fino) y que la cosa no sea brillante siempre (aunque hay quien ha escrito novelas con muchas menos frases atinadas), pero hay dos motivos por los que quería hablar de esto aquí y ahora. El primero es el clásico medalagana. El otro es que Curro ha decidido editarse el librito él mismo y hacerlo de una forma lujosa y nada barata, tener el libro que quería sin esperar decisiones editoriales y «que me quiten lo bailao». Un cuento que aplicarse.
Ah, otra cosa: aprovecho para recomendar el blog de Curro y sus compañeros de JWT Delvico.
Suena el Surfin’ Bird de los Trashmen.