Hoy he reventado una rueda que acababa de cambiar. Ayer se confirmó el desastre construido después de dos años de trabajo duro. Durante los últimos siete días, familiares y amigos me han dicho cosas bonitas como: «Tú eres el bohemio de la familia» (familiar); «a ti lo que te pasa es que haces las cosas sin pararte a pensar en las consecuencias» (familiar y amiga, que me cae muy bien); «tú que eres un buscavidas» (amiga). Estamos de acuerdo.
No puedo prometer escribir cosas que se entiendan. Pero sí seguir siendo quien soy.
Suena Si soy así en versión de Malevaje.
Te diría que las calamidades acontecen como resultado del «esfuerzo» por conseguirlas, pero me consta que no es siempre cierto. Sin embargo, no me cabe la menor duda sobre el origen de los planes que fracasan: el riesgo, la aventura, el talento y la pasión por hacer algo nuevo; motivos todos que conducen inexorablemente a un equilibrio frágil y, por supuesto, emocionante. Algunos individuos somos incapaces de afrontar una vida sin estos requisitos, es decir, sin emociones, sin fantasías y hasta sin apuestas. Lamento decirte que no van a entenderte, que ni siquiera se considerarán tus méritos en cuanto acumules uno o ningún fracaso en tus planes. Ya sé querido Pedro que no soy una voz fiable ni cuento con cobertura, pero a ratos soy casi feliz. Eso es, exacto, casi como tú. En fin, ánimo amigo, atiende a pocas razones y halla pronto ese sinsentido que da sentido a tu vida. En cualquier caso ya sabes, aún quedamos gente «con todo un futuro por detrás», como decía David, capaz de prescindir del pasado cada día para afrontar días más prósperos. Yo los he hallado en África. A saber dónde los encuentras tú. Abrazos de tu amigo, bos
A ti lo que te pasa es que eres coherente y superaste hace tiempo el miedo a ser diferente. Por que, ciertamente, la coherencia es un bien tremendamente exotico (por escaso) y temerario (por que, en este mundo, practicarla se ha convertido en «doble salto al vacio sin red con voltereta lateral»). Brindemos, compañero, por que sigas siendo quien eres.
Me encanta que seais vosotros dos, que habéis hecho el camino africano, a contracorriente, los que contestéis. A ver si en esta nueva nueva vida me da tiempo a ir a veros, de un lado a otro de allí abajo, para brindar por todo esto.
Besos