* Todo esto y mucho más escribe Manuel Chaves Nogales en boca de Belmonte en la (auto)biografía ‘Juan Belmonte, matador de toros‘, cuya única pega es que se acaba. Todo esto pensaba Belmonte al principio de los 30 del pasado siglo y las cosas, habiendo evolucionado, no han cambiado. Todo esto tiene que ver con la sensación percibida en las entradas de algunos tíos que saben, como éste o aquél, ante toda la cháchara vertida por taurinos y anti y por opinadores que no son ni una cosa ni la otra pero que se se atreven con todo.Hoy, al cabo de miles de años, todos nos comemos al toro. La bestia está dominada y vencida. Y, naturalmente, el toro está en franca decadencia. Se ha logrado todo lo que se podía lograr. El torno no tiene hoy ningún interés. Es una pobre bestia vencida.
No se trata, claro es, de apoderarse del toro para comérselo, sino de apoderarse de él para jugar graciosamente con sus ciegos instintos, produciendo un espectáculo de emoción y belleza. Pero hasta eso se ha conseguido ya de manera tan perfecta que las corridas interesan cada vez menos. (…) En la actualidad, el torero hace lo que le da la gana con el toro. Cada día se ha avanzado un paso. Si un torero, después de unos lances, agarra al toro por el pitón, otro torero viene tras él y lo agarra sin haberlo toreado, cuando el animal, al salir del chiquero, tiene todo su brío. Más tarde viene otro y coge al toro por una oreja y, finalmente, aparece uno que lo sujeta por el morrillo. Ya no falta más que emprenderla a mordiscos con la pobre bestia y comérsela viva. Por este camino, la lidia se convertirá fatalmente en un espectáculo de circo al modo moderno, es decir, desustanciado. Subsiste la belleza de la fiesta; pero el elemento dramático, la emoción, la angustia sublime de la lucha salvaje se ha perdido. Y la fiesta está en decadencia.
(…) El toro es hoy un ser tan cultivado, tan culto en la especialidad a que le consagra el Destino como un profesor de Filosofía en la suya, y se diferencia tanto de la originaria bestia de las marismas del Guadalquivir o de la desaparecida Atlántida como el torero se diferencia del hombre que salía desnudo e inerme a cazar a la fiera para comérsela.
Ésta es la verdad. Los toros de lidia son hoy un producto de la civilización, una elaboración industrial estandarizada como los perfumes Coty o los automóviles Ford. Se fabrica el toro tal y como los públicos lo quieren. Merced a una lenta y penosa labor selectiva, los ganaderos han conseguido satisfacer los gustos del público soltando en los ruedos unos toros que son perfectos instrumentos para la lidia. Creo que en la fabricación del toro se ha llegado ya al stradivarius».
Suena un temaco que va siempre en la maleta, Evolution, de Magnum.
señor b,
lo mejor : leer su cronica con las sentencias del pasmo de triana y , deprisa deprisa decia carlos, ir a la red de cualquier canal taurino ( en el mal sentido de la palabra , que sean 6 o mundial o de palmeros felices ) para «presenciar» virtualmente la faena de castella, sebastien , paisano mio, en mejico…
» son perfectos instrumentos para la lidia. Creo que en la fabricación del toro se ha llegado ya al stradivarius”.
http://www.mundotoromexico.com/?acc=noticiad&id=3935
hay veces, que a mi, el violin, me toca las narices.
un saludo. su opcion , cada dia , mas c que b ( que pa’ mi es mejor que volver a la a ) .
ludo
Me has puesto los dientes largos y ya estoy con la biografía autobiográfica en cuestión. 25 páginas sólo y ya tengo la certeza de que ciertamente vale la pena leerla.