Lo mismo que uno no debería alimentar a su barriga todo el rato con gominolas, patatas de bolsa, hamburguesas y cocacola, tampoco conviene llenarse la cabeza con una dieta exclusiva de chucherías. El otro día sacaba por aquí el consumo medio de información del personal (gringo) y hoy me encuentro en NextNature con una bonita entrada sobre la obesidad informativa. El autor, Armand van den Heuvel, viene a decir lo siguiente: que seguir a gente (y ser seguido) en redes sociales (él concreta en Twitter) se está convirtiendo en una suerte de adicción para muchos, que nuestros cerebros se acaban de adaptar a radios, televisiones, internetes y demás y ahora, encima, tienen que digerir esto. Esto es, dice el hombre, que la media de followers del personal está en 126 y, por tanto, la media de gente a la que se folla, perdón, se followea es también de 126. Y, si cada uno suelta otra media de 22 twitteos al día, eso consume 2,5 horas por jornada. Sigue el autor citando al número de Dunbar, una teoría de un antropólogo del mismo nombre que jura que el máximo de gente con la que se puede tener una relación plena es de 150 (o algo así). Y acaba recomendando adelgazar seguidores si se pasa de ahí.
Añade también un link a una entrada sobre el tema de la dieta informativa de Knowledge is social en el que se cuenta, entre otras cosas, que es bueno alimentar el cerebro pero que es peligroso darle de comer nada más que vídeos chorras de YouTube y teleseries. Dice este otro autor, Tim Young, CEO de Socialcast, que es estupenda la convergencia de herramientas y vehículos de información de los que disponemos actualmente pero que el empacho de datos puede provocarnos un cólico. Y anhela el momento de que estas herramientas comunicativas vengan con los valores nutricionales incorporados, como en las cajas de galletas, para ayudarle a decidir que se mete entre frente y nuca.
Pues eso, que me ha parecido digno de mención.
Suenan los Caramelos podridos de Ilegales.
La foto de las chuches la he sacado de aquí.
m’a encantao. Te pondría un «me gusta» pero no tienes la opción…así que te tuiteo enseguida bien bitlyeado…
Me parece una reflexión muy interesante… La virtud parece estar en el término medio, y puede que acabemos saturados de tantísima información.
La clave será la selección por el internauta, aunque se tenga que ser radical y dejar a gente que te interesa…