El día 9 fue el quinto aniversario de la muerte de Ricardo Ortega. Han pasado cuatro días y ya todos los recuerdos, las denuncias y las coronas de flores están colgados casi a punto de marchitarse. Me da igual. No tuve el gusto de conocerlo pero siempre me pareció admirable. Cuando lo veía trabajar hacía que me sientiese orgulloso de una profesión, la mía, de la que siempre he desconfiado. Yo ya era periodista cuando Ricardo Ortega se metía de lleno en el campo de batalla de la guerra de Chechenia sorteando a las fuerzas rusas que se iban en retirada. Yo era un periodista que soñaba un periodismo* que no veía y resulta que Ricardo Ortega, que por lo que creo recordar no era periodista de carrera, practicaba el periodismo de mis sueños. Gracias a tipos como él, sigo soñando.
*Curioso: escribiendo esto me he dado cuenta de que no había en este blog una categoría de Periodismo. Tiene sentido que se inaugure así.
Olee!! por todos los Ricardos y por la nueva seccion.
lloré cuando me enteré de su muerte y sin conocerlo, pero realmente admirable…. qué bueno que sea quien inaugure tu sección!