Extraído del diario de Rorscharch*, del 16 de octubre de 1985:
(…) Esto me recuerda a un chiste: un hombre va al médico. Le cuenta que está deprimido. Le dice que la vida le parece dura y cruel. Dice que se siente muy solo en este mundo lleno de amenazas donde lo que nos espera es vago o incierto. El doctor le responde: ‘El tratamiento es sencillo. El gran payaso Pagliacci se encuentra esta noche en la ciudad. Vaya a verlo. Eso le animará’. El hombre se echa a llorar. Y dice: ‘Pero, doctor… yo soy Pagliacci’.
Hoy, en marzo de 2009, el chiste es igual de bueno cambiando el nombre de Pagliacci por el de Zapatero o el de Rajoy, por ejemplo. O por el de Rivera Ordóñez. O incluso por el de José Tomás.
Suena Killing Joke, Eighties.
* De Watchmen, de Alan Moore y Dave Gibbons. Por cierto, el señor Sol y Moscas ya lo hizo primero. Léanlo.
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