Hay un momento crítico en la vida de una persona. Ése en que te das cuenta por fin de que los padres no siempre tienen razón, de que se equivocan, de que incluso no saben por dónde sopla el aire en según que situaciones. Es un momento importante, digo, pero no necesariamente malo. Es un momento de crecimiento, de asumir responsabilidades, de entender de qué va la cosa de la vida. Bueno, pues hoy, leyendo sobre la dificultad para adaptarse a lo que está llegando de Rupert Murdoch y de la Prensa en general, me ha venido a la mente ese momento. Hasta ahora, daba la sensación de que las empresas, las grandes corporaciones, no se equivocaban nunca, tenían siempre su razón y lograban adaptar la realidad a sus deseos. Pero se está empezando a ver que no es así. Los grandes imperios empresariales parecen pero que muy despistados y no tienen ni remota idea sobre qué hacer para no perder su posición. De hecho, da la sensación de que cada vez tienen menos poder. Quizás ya ni siquiera manden. Así pues, puede que sea momento de que crezcamos, de que asumamos responsabilidades. De que tomemos el mando.
B.S.O. Spacemen 3, Revolution.
La foto es de aquí.
Yes!!!! yo lo digo hace meses, todos los que jamás hemos tenido poder tenemos que aprovechar ese despiste generalizado de los poderosos para reinventarnos y tomar el relevo evitando su mayor error: la avaricia desmedida, que es lo que les ha hundido. Colectivización, cooperativas? creo que es importante unir fuerzas!
Besos Pedro, me encanta tu blog.
También me gusta el artículo. Discrepo en lo de que jamás hemos tenido el poder y de que ahora tenemos la oportunidad del relevo porque papá no siempre tiene razón. Siempre hemos tenido el poder de la iniciativa y la oportunidad de movernos, asociarnos, pero nos ha pasado como a los que aparecen en pantallas: tanta bonanza y tan pocos problemas nos han vuelto cómodos, caprichosos, pasivos, grises en iniciativa y expectativas, planos en el disfrute y bastante idiotas, por pensar que nuestras vidas podrían ser como el día de la marmota, que las segundas oportunidades se regalan y que la actitud de para qué hacerlo yo si alguien puede hacerlo por mi es de lo más cool.