Y hablando de drogas y deporte, de hipocresia y leyes… ha caído en mi disco duro un estupendo documental llamado Bigger, Stronger, Faster que cuenta el camino de un loco por las pesas, Chris Bell, por llegar a la verdad sobre el uso de esteroides. El tipo, director y narrador de la cosa, es hermano de otros dos vigoréxicos, ellos usuarios de anabolizantes, que le ayudan a recorrer el trayecto. También lo hacen Ben Johnson, Carl Lewis, Gregg Valentino (brillante, el tío) y un buen puñado de deportistas, médicos, políticos y hasta vacas llenas de músculos. ¿Y cuál es la conclusión? Cualquiera. Porque en este tema, como en tantos otros, no hay una verdad absoluta pero sí está absolutamente lleno de mierda. Porque igual hay alguien leyendo este texto puesto de Lexatín que no admite el consumo de marihuana. Porque puede que yo mañana tenga que tomarme un jarabe con codeína para currar en condiciones pero que si anuncian que han pillado a, es un poner, Nadal curándose un resfriado con una sustancia prohibida se nos caerá un mito al que exigimos resultados y un expediente químico intachable. Porque, como dice el bateador Barry Bonds en la última parte del documental a un puñado de periodistas: «¿Es que ninguno de vosotros ha mentido nunca? No. Todos habéis mentido. Todos. ¿Por qué no vais a limpiar vuestros armarios y luego venís a sacar la ropa sucia del mío?».
Aquí va un tráiler, pero el resto está ahí fuera:
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