El amor puede engañar. El sexo, nunca».
La frase campea por varias estaciones de metro de Madrí. Pretende hacer publicidad de la última novela de Antonio Gala, de cuyo nombre no me da la gana de acordarme. El caso es que no sé si la habrá escrito el propio escribidor. O igual la ha editado algún hacha de la editorial. O incluso puede que sea copyrighteable a un ilustre copy de una agencia. Tampoco tengo muy claro si la entiendo o si hay algo que entender. Lo que no me extraña es que haya tanta gente que admire a Antonio Gala. ¿Por qué? Porque hay mucha gente.