Sigo haciendo sitio para mis padres en este sitio. Sigue siendo un honor. Ahora reproduzco un email que me manda, nos manda, mi querida madre sobre lo de Obama de ayer. Leyéndolo, se ve la importancia histórica del momento, la emoción que ha generado en todo el Mundo y la ilusión por el cambio que se contagia. Y también se aprecia que yo soy la excepción chorra a la norma inteligente y sensible que es mi familia.
Si Barack Hussein Obama hubiese sido blanco, rubio y con ojos azules y yo hubiese podido votar en USA, lo habría hecho por él. Sin ninguna duda. Me gusta lo que dice, como lo dice, su actitud, su aptitud… Pero es mulato, casi keniata y yo, que no soy norteamericana ni negra, recuerdo muy bien las imágenes en la prensa de niños negros apedreados a la entrada de las escuelas cuando se promulgó la ley por la que podían estudiar junto con los blancos. Y también recuerdo muy bien las imágenes de las marchas pidiendo los derechos civiles para los negros… Y las de las cruces ardientes… Tan sólo hace 40, 30 años. Obama ha podido ser presidente porque podía votar y ser votado porque se consiguieron esos derechos civiles. Ha podido ser presidente porque ha podido estudiar -la igualdad de oportunidades-… Y por muchas más cosas, ya lo sé.
Porque me gusta lo que dice, como lo dice… Porque es un símbolo de que el color, la religión y el origen no deben hacer menos o más a las gentes… Porque en conjunto transmite una idea de esperanza… Hoy, 20 de Enero del 2009, me he emocionado y Julián y yo hemos brindado.
¡Ah! Y no creo que vaya a arreglar el conflicto israelo-palestino, ni la crisis económica, ni el calentamiento global… Me conformo con que tenga la sana intención de hacerlo, que algo conseguirá».