Me entero por PlayGround de la creación de la Plataforma Madrid No Se Cierra. El movimiento, que aprovecha los recursos de Facebook (y MySpace), pretende un «ocio nocturno alternativo y responsable». Y ya se sabe que la condición anterior al estar es el ser. Existir, con permiso del Ayuntamiento, a ser posible.
Ahora, copiopego el inicio del texto de PlayGround, que me parece interesante:
Subámonos juntos a una máquina del tiempo. Contador ajustado a -3 años. El Ayuntamiento de Madrid encarga orgulloso -juraría que a La Fábrica, aunque puede ser que la memoria me esté fallando- una auditoría independiente sobre el estado de las cosas en cuanto a la oferta cultural en la capital, y la entidad auditora concluye, muy en contra de lo esperado (y defendido) por el propio Ayuntamiento, que Madrid no es una ciudad culturalmente avanzada y no está ni mucho menos al nivel de otras capitales europeas, ni en cuanto a infraestructuras, ni en cuanto a contenidos. Tres inviernos más tarde, Alcalde y concejales de área no dejan de perseguir, poner trabas y cerrar bares, teatros alternativos, clubes y salas de conciertos contribuyendo sin bochorno a deteriorar más si cabe el tejido cultural y la identidad de la ciudad. Curiosa manera de remendar un roto».
Dicho lo cual, toca citar las palabras de la Plataforma:
· Excesiva presencia y presión de los cuerpos de seguridad de la Comunidad y Ayuntamiento de Madrid en nuestros locales.
· ¿Aforo legal de 1 persona por cada 1,5m2?
Eso significa dejar de programar djs y bandas ante la imposibilidad de afrontar el gasto.· Dejar de programar grupos y djs es destruir la música alternativa en Madrid; despidos de trabajadores (técnicos, camareros…) y acabar con una cultura musical que es la envidia de muchas ciudades de España y Europa.
Pedimos al Ayuntamiento de Madrid:
· Información clara y tiempo para que los locales legalicen su situación (y sin poner trabas como hasta ahora).
· NO al larguísimo silencio administrativo a la hora de conceder o actualizar licencias.
· Revisión razonable de los aforos de las salas para que podamos cumplirlos sin tener que cerrar o sin que afecte a nuestra programación (¿qué pasa con el aforo en el transporte público o los centros comerciales?)
· No somos enemigos del orden público sino un colectivo cultural importantísimo y con muchos seguidores.
NO PEDIMOS EL APOYO QUE SE DA A CLUBS COMO LOS NUESTROS EN TODA EUROPA…
NOS CONFORMAMOS CON QUE NOS DEJEN VIVIR».
Eso sí, estaría bien, como dicen algunos comentaristas de la noticia en Playground, que los locales (no los adheridos a la Plataforma en concreto, sino todos en general) hiciesen de paso un poco de autocrítica y revisasen cosas como el veneno que se vende como alcohol a precio de farlopa, las condiciones de sonido tipo transistor, la contratación de homo erectus como porteros y tal.
En cualquier caso, Madrid no se cierra, qué coño.
B.S.O. Leño, Este Madrid.